Hoy primero de abril, el día en Barcelona se despierta frio, gris y lluvioso, su aspecto triste parece estar consonancia con la tragedia que últimamente nos afecta a todo el país y al mundo entero, la pandemia de este maldito virus está enlutando a demasiadas familias. Me dispongo a reiniciar un día más de confinamiento buscando alternativas que llenen las largas y vacías horas. Estando en plena lectura una llamada telefónica me da una tremenda noticia el profesor y amigo Juan Antonio Vanrell ha fallecido, me quedo totalmente desorientado, es increíble, que un hombre luchador y vencedor de graves situaciones médicas, en ocasiones con pronósticos muy desfavorables, ahora haya sido vencido por este miserable virus, desde hace unos días sabía de su afectación e ingreso, pero tenía o quería tener, el absoluto convencimiento de que una vez más saldría victorioso, lamentablemente me equivoqué.

No es fácil resumir la brillante trayectoria del Prof. Vanrell, yo diría que, en su caso, el ser ginecólogo era casi obligado. Nacido en Barcelona, en junio de 1941, hijo único de padres ginecólogos, su madre fue la primera ginecóloga en la historia del Hospital de Santa Creu i Sant Pau, desde niño ojeaba libros de la especialidad, le gustaba recordar que supo primero de donde venían los niños que, que los reyes Magos eran los papas.

Finalizados sus estudios de medicina y ya especialista en ginecología, pronto pasó a formar parte del equipo docente de ginecología, como profesor ayudante de ginecología de la Facultad de Medicina de Barcelona, cuya cátedra regentaba por entones el Prof. J. González-Merlo. Fue en esa época, yo estudiante de medicina, que tuve la suerte de conocer al Dr. Vanrell y desde entonces hemos mantenido un estrecho y afectivo vínculo, que sin duda se ha ido acrecentando con el paso de los años. En 1983 obtuvo la plaza de Profesor Agregado y en 1986 la cátedra. En 1984 fue elegido Presidente de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).

Como he dicho no es fácil condensar todo su empaque científico, son numerosas las publicaciones científicas que lo avalan, en especial las relacionadas con la fertilidad, su gran pasión dentro de la ginecología. Publicó diversos libros sobre la especialidad y fue un apasionado de los avances médicos, no dudando en aplicarlos con la máxima celeridad, tales como la ecografía, la cirugía laparoscópica o las técnicas de reproducción asistida.

Apenas superadas complejas y graves intervenciones cardiacas, asumió el reto de tomar las riendas del Hospital Clínic, aceptando su Dirección Médica. Al dejar ésta pasó a liderar el Institut Clínic de Gineclogia Obstetricia i Neonatologia (ICGON), cargo que dejaba el Prof. X. Iglesias Guiu, gestionando con éxito el difícil objetivo de la fusión del ICGON con la Matenitat Provincial. Dirigió la Unidad de Reproducción Humana Asistida del Clínic, segundo centro del país en realizar dichas técnicas dentro del sistema público de salud.

Fue un hombre estricto y exigente, poco dado a las alabanzas y a los fastuosos protocolos, lo que en ocasiones le valió ciertos enfrentamientos, pero las reglas que aplicaba a los demás se las exigía para sí mismo, actuando siempre con la más absoluta coherencia y honesta dignidad.

En el ámbito familiar tuvo la suerte de encontrar su pareja ideal, Montse Barbat, que ha sido su compañera, amiga y cómplice durante más de 50 años, acompañándole en todo momento, incluso en sus aventuras marineras, ya que sin duda el navegar en velero era su gran pasión, siguiendo las más puras tradiciones de sus antecedentes menorquines. Con ella ha tenido dos hijas Cristina, ginecóloga e Ivette, bióloga, ambas muy destacadas y reconocidas tanto a nivel personal como profesional.

La pérdida del Prof. JA. Vanrell ha conmocionado profundamente a todo el estamento del Hospital Clínic, muy especialmente al ICGON y a todos los componentes de la Unidad de Reproducción Humana Asistida, que desean hacer publica y patente su mas sentido pésame a la familia. Sin duda la SEF y el mundo de la ginecología española y muy especialmente de la fertilidad se unen al dolor de esta irreparable pérdida.

Juan Antonio tus amigos nunca te olvidaremos, nos va a ser muy duro el tener que acostumbrarnos a tu ausencia y a tener que vivir solo de tu recuerdo, ¡¡descansa en paz!!


Barcelona 1 de abril de 2020
José Luis Ballescà Lagarda